sábado, 18 de enero de 2014

El hablador, de Mario Vargas Llosa



En ésta, al menos para mí, poco conocida novela, el maestro Vargas Llosa nos presenta dos relatos, aparentemente paralelos, que confluyen para conformar una historia fantástica, y a la vez documental, sobre la mortecina realidad de los indios machiguengas; una cultura en extinción que en convivencia con la magia, la mitología y el misterio, aun subsiste, a duras penas, en las recónditas profundidades de la Amazonia.

La historia arranca en Florencia, a partir de la visión de la fotografía de un grupo de indígenas que, en mitad de la selva, atienden a un tipo de extraño aspecto, que les habla esbozando un gesto con los brazos.

A continuación el narrador se remonta a su Perú natal, veinte años atrás, para hablarnos de Saul Zuratas, un judío estigmatizado con un enorme lunar, apasionado defensor de las culturas amazónicas, que un día desapareció y de quien nunca más se supo a ciencia cierta. 

Paralelamente, el autor, en capítulos alternos, adopta la voz y el lenguaje de los habladores machiguengas, transportando al lector a la cotidianidad de la selva, y a sus ancestrales mitos y leyendas.

Con este libro Vargas Llosa nos regala una novela densa y compleja, trufada de sabrosos relatos, aventuras y reflexiones en torno a un nuevo colonialismo que de la mano de la codicia, pero también de los lingüistas, etnólogos y religiosos que pretenden estudiarlas o redimirlas, sigue extinguiendo, irremisiblemente, las últimas culturas vírgenes del Amazonas.